Cuando se trata de elegir un material para la encimera de la cocina o el baño, el cuarzo blanco suele ser una opción popular gracias a su durabilidad y apariencia elegante. Las texturas que puedes encontrar en un meson cuarzo blanco varían desde superficies lisas hasta acabados más rugosos que imitan la piedra natural.
En primer lugar, la textura pulida es una de las más comunes. Esta textura confiere un brillo impecable y refleja la luz de manera espectacular, haciendo que el espacio parezca más grande y luminoso. ¿Pero es solo la estética lo que cuenta en una textura pulida? No del todo. Su superficie suave y sin poros hace que sea menos propensa a las manchas. En términos de eficiencia, la resistencia a las manchas puede superar el 90%, evitando que los líquidos como el vino o el café dejen marcas permanentes.
Luego está la textura mate, que ha ganado popularidad en los últimos años por su capacidad para ocultar mejor las huellas dactilares y las manchas superficiales. ¿Alguna vez has pensado en por qué elegir una superficie mate? Resulta que estas superficies ofrecen un aspecto contemporáneo y son menos reflectantes, lo que lleva a muchas personas a sentir que crean una atmósfera más cálida y acogedora en la cocina. Además, para quienes prefieren cocinar sin preocuparse de limpiar inmediatamente después de cada uso, la textura mate ofrece una opción más tolerante a estas imperfecciones diarias.
Por otro lado, la textura "suede" o gamuza ofrece una sensación al tacto que es apreciada por su característica aterciopelada. Esta textura no solo agrega una profundidad visual a la superficie, sino que también incrementa la sensación táctil, haciendo que los usuarios casi siempre comenten sobre la suavidad al tocarla. Para las encimeras que se utilizan para preparar alimentos o simplemente para colocar objetos, esta textura ofrece un balance entre funcionalidad y estética, haciéndola una opción versátil.
Los acabados texturizados, que imitan la superficie de las piedras naturales como el granito o el mármol, son menos comunes pero ofrecen un carácter distintivo. Esta textura es ideal para quienes buscan un estilo más rústico o natural. Aunque quizás pienses que el mantenimiento podría ser más complicado debido a las pequeñas irregularidades de la superficie, en realidad, el cuarzo con acabado texturizado sigue siendo fácil de limpiar gracias al proceso tecnológico que se utiliza para crear estas superficies, permitiendo una resistencia a las manchas que se encuentra en un rango del 85% al 90%.
Es interesante cómo, a lo largo de los años, las empresas como Silestone y Caesarstone han innovado en la creación de nuevas texturas y acabados que desafían las opciones tradicionales. Estos productos no solo se enfocan en la durabilidad y la resistencia a las manchas, sino también en la estética y la experiencia del usuario. Con precios que varían entre los 200 y 500 euros por metro cuadrado, dependiendo del diseño y acabado, hay una amplia gama de opciones para satisfacer todas las necesidades, desde proyectos de remodelación hasta construcciones nuevas.